Normalmente las personas tienen la idea de que todas las grasas son dañinas para nuestro cuerpo y organismo, cuando en realidad eso no es del todo cierto. Sí hay grasas que son totalmente dañinas y perjudiciales, pero hay otros tipos de grasas que son totalmente saludables, siempre y cuando no se excedan, como lo son las Grasas Monoinsaturadas.
Definición
Cuando nos ponemos a estudiar nuestro cuerpo, es decir, cuando buscamos información sobre su funcionamiento, sus mecanismos internos, nos vamos a dar cuenta que estamos ante un universo totalmente desconocido para nosotros, pero a la vez tan interesante que nos hará investigar más y más.
Nuestro cuerpo es la obra biológica más impresionante de la naturaleza, cuenta una cantidad de sistemas y mecanismos que permiten el desatollo de ciertas actividades cotidianas, como caminar, correr, nadar, hablar entre muchas otras funciones que podemos hacer día a día.
Como todo mecanismo que necesita de alguna fuente de energía para poder llevar a cabo sus funciones principales de manera óptima, nuestro cuerpo también necesita de energía para funcionar, pero no es como un auto que le recargan la gasolina y ya está, no, necesitamos calorías, carbohidratos, grasas que les permitan a nuestro metabolismo hacer uso de ellas y sacar energía para realizar sus funciones.
Cualquier acción que hacemos por muy pequeña que sea requiere de cierto esfuerzo, y ese esfuerzo requiere de energía, esa energía necesita ser suministrada al cuerpo y estar disponible para su uso. Si no recargamos nuestro cuerpo de las energías que necesita, verdaderamente la pasaremos mal, muy mal.
Muchos de los sistemas principales de nuestro organismo necesita energía para poder funcionar y si no la tienen, se debilitan y nos debilitamos, eso se hace evidente física y mentalmente. Una manera saludable de suministrarnos energía es consumiendo Grasas Monoinsaturadas.
Justo ahora tal vez se estarán preguntando ¿Qué son las grasas monoinsaturadas?, es un poco complicado tratar el tema. Las grasas monoinsaturadas son un tipo de grasa saludable y alimentaria, es decir, no hacen daño a nuestro cuerpo cuando las consumimos. Por supuesto que su ingesta debe ser moderada, porque todo en exceso sí es malo.
Si las personas incluyen en sus dietas un poco de grasas monoinsaturadas, reducirían el riesgo de padecer cáncer de mama, en el caso de las mujeres; reduce los niveles de colesterol malo, y por tal razón, reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón, recude la grasa abdominal y ayuda a bajar de peso a las personas que quieran bajar de peso.
Por otro lado, consumir grasas monoinsaturadas ayuda en las funciones fisiológicas del organismo, es decir, ayuda al crecimiento y desarrollo de los niños, da mantenimiento a la salud cerebral y ayuda a mantener en óptimo funcionamiento el sistema nervioso central.
Las grasas monoinsaturadas ayudan a al absorción de muchos nutrientes y muchas vitaminas esenciales para la vida como lo son las vitaminas A, D, E y K, vitaminas que proveen de energía al cuerpo, además de ayudar a mantener en óptimo funcionamiento los sistemas de nuestro organismo.
Consumir éste tipo de grasas sin lugar a dudas es mucho mejor que consumir grasa saturadas, grasas que sabemos que altamente dañinas para nuestro cuerpo. Las personas deberían tener la iniciativa de cambiar su hábito alimenticio y al hacerlo, es bueno considerar consumir éste tipo de grasas por la cantidad de beneficios que nos brindan.
¿Qué alimentos contienen Grasas Monoinsaturadas?
Es importante aclarar un pequeño detalle antes de proceder a mencionar qué alimentos son ricos en grasas monoinsaturadas. Las grasas insaturadas son también conocidas como grasas buenas, es decir, no tienen un efecto dañino sobre la persona y en su organismo, si se consume de forma moderada.
Las grasas insaturadas se dividen en dos grupos, uno de ellos son las Grasas Monoinsaturadas y el otro grupo pertenece a las grasas poliinsaturadas. Las grasas monoinsaturadas aumentan los niveles de colesterol bueno reducen los del colesterol malo.
Pescado: El pescado es uno de los alimentos más ricos, comido mundialmente de distintas formas, porque sí, hay muchas formas de prepararlo. El pescado como el salmón es rico en grasas insaturadas, la trucha, el atún y otros pescados contienen omega 3, el omega 3 reduce el riesgo de padecer de alguna enfermedad cardiovascular y previene la osteoporosis.
Es importante mencionar que, el pescado debe prepararse de una forma sana para que tenga un impacto positivo en nuestro organismo, no porque sea un alimento rico en grasas saludables quiere decir que vamos a prepararlo frito bañado en aceite, porque estaríamos ensuciando su contenido y destruyéndolo. El pescado para aprovechar sus nutrientes al máximo es mejor comerlo asado o a la plancha.
Semillas: Las semillas son una buena fuente de grasas saludables, por ejemplo, las semillas del girasol, el trigo, el maíz, son alimentos ricos en grasas insaturadas. Si estás pensando en comenzar a comer saludablemente, es bueno que en la dieta incluyas semillas de éste tipo.
Frutos secos: Muchos de los frutos secos son ricos en omega 3, un ejemplo claro de ello son las nueces y las almendras, además, no sólo son ricos en omega 3, sino que ayudan a proteger el corazón de futuros ataques cardíacos, ésto se debe a reducen los niveles de colesterol malo en la persona.
Aguacate: Las propiedades del aguacate son muy provechosas para la salud de las personas, es un fruto muy rico en vitaminas, nutrientes necesarios para nuestro organismo. También es rico en grasas monoinsaturadas y al igual que las nueces y las almendras, el aguacate ayuda a reducir los niveles de colesterol malo.
Lechuga y espinacas: Los vegetales de hojas verdes son ricos en grasas monoinsaturadas, es saludable su consumo, porque más allá de las grasas monoinsaturadas que nos proveen son ricas en vitaminas y minerales que ayuda a nuestro organismo a funcionar correctamente.
Pistachos: Los pistachos entran dentro de lo que vienen siendo los frutos secos, son ricos en grasas monoinsaturadas y aportan muchas vitaminas, minerales y antioxidantes a nuestro cuerpo. Otras de sus características principales es que aportan fibra al cuerpo y son una poderosa fuente saludable de energía.
Sésamo: El sésamo es también conocido en otras partes del mundo como Ajonjolí, es una semilla muy rica en grasas buenas, es decir, contiene 19 gramos de grasas monoinsaturadas y 22 gramos de ácidos grasos poliinsaturados, y como añadido especial, nos aporta 12 gramos de pura fibra.
Azafrán: Cuando consumimos azafrán nos beneficiamos de las ventajas que tienen los grasos monoinsaturados, además de ser rica en dichos grasos, también contiene vitamina E, carbohidratos y potasio, lo cual aporta aún más beneficios a nuestro cuerpo. Gracias a su contenido en grasas ayuda a la absorción de vitaminas liposolubles.
Aceite de Soja: El aceite de Soja no sólo tiene cierto porcentaje de grasas monoinsaturadas, sino que también tiene un porcentaje de grasas poliinsaturadas, por lo que es rico en contenido de ácidos grasos como el omega 3 y el omega 6, además de ser rico en carbohidratos, también lo es en vitamina K y vitamina E.
Germen de Trigo: El germen de trigo, al igual que el aceite de soja, tiene un porcentaje de ambas grasas, 5.3 gramos de grasas poliinsaturadas y 1.2 gramos de grasas monoinsaturadas, lo cual su consumo es beneficioso en todos los sentidos para nuestro organismo. También contiene vitaminas E, B5 y B6.
Semillas de Calabaza: Éstas semillas son ricas en grasas monoinsaturadas, también tiene su parte las grasas poliinsaturadas porque contiene omega 3 y omega 6. Pero no todo acaba allí porque también contiene alto contenido en fibra, hierro y antioxidantes, que combinado con todo lo demás ayudan a mantener nuestro organismo en un óptimo funcionamiento.
Beneficios
Como ya sabemos, no todas las grasas son dañinas, hay varios tipos de grasas y algunas de ellas son sanas, es decir, podemos ingerirlas y recomendable hacerlo regularmente, porque traen importantes beneficios para nuestra salud. Las grasas insaturadas se dividen en dos grupos: grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas.
Las grasas monoinsaturadas se caracterizan por permanecer en forma líquida siempre que estén a una temperatura ambiente, es decir, normal, sin embargo, cuando dichas grasas son sometidas a temperaturas bajas comienza a endurecerse. Las grasas saturadas (las dañinas) siempre están duras, lo cual aumenta el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
El consumo regular de éste tipo de grasas, monoinsaturadas es recomendable por los especialistas de la salud porque son una fuente limpia de energía para nuestro cuerpo, además, al ingerir ciertos alimentos que contienen éste tipo de grasa nos vamos a encontrar con que también nos aportan nutrientes y vitaminas esenciales para nuestro correcto funcionamiento en el organismo.
Uno de los beneficios principales de éste tipo de grasas es que son estables, es decir, aceites como el oleico, rico en omega 9, y que encontramos en el aceite de oliva y de colza, son muchísimos más estables que las grasas poliinsaturadas, y son beneficiosos para la salud debido a sus resistencia al calor, 160 ºC y hasta 200 ºC de cocción.
Otros de los beneficios más notables a la hora de consumir grasas monoinsaturadas, es que ayuda a que las mitocondrias funciones mejor, de una forma más óptima. Entendemos que las mitocondrias son estructuras muy pequeñas que podemos encontrar dentro de las células, las mismas producen energía como parte de sus funciones, además ayudan a la concentración iónica de calcio en las células.
Las mitocondrias también ayudan a la desintoxicación en el amoniáco debido a unas enzimas que puede producir. Ayuda a la formación de la sangre, de hormonas como el estrógeno y las testosterona. Las mitocondrias ricas en grasas monoinsaturadas son más resistentes al daño oxidativo.
Algunas investigaciones realizadas en torno al hecho del impacto que tienen las grasas monoinsaturadas en el sistema inmunológico, han arrojado resultados interesantes. Por ejemplo, el ácido oleico, el cual es un ácido producido por nuestro cuerpo y que no es necesario como tal, pero cuando tiene ácidos grasos suficientes como el omega 3 y el omega 6, se vuelve un poderoso aliado para evitar enfermedades cardiovasculares.
Se ha demostrado también que puede disminuir el colesterol malo en las personas, por tal razón, puede disminuir el endurecimiento de las arterias, mejora la cicatrización, y el resto de las funciones inmunológicas. Los grasos monoinsaturados sí tienen un impacto bastante positivo en nuestra salud. (Ver también: Calorías en las Frutas)
Cuando las personas que tienen diabetes consumen grasas monoinsaturadas, la misma les puede ayudar a prevenir complicaciones asociadas a la enfermedad como el daño renal, además de ello puede disminuir la insulina, la resistencia y control de la glucemia en personas que padecen de diabetes tipo uno.
Si bien ingerir alimentos que sean ricos en grasas monoinsaturadas nos puede aportar grandes beneficios para nuestra salud, es importante hacer la salvedad de que, si la consumimos en exceso, puede ser perjudicial para nuestra salud, comenzando con el aumento de peso, lo cual puede traer consigo otras complicaciones y padecimientos.
¿Las Grasas Monoinsaturadas engordan?
Aumentar de peso es el miedo de la mayoría de las personas, siempre están cuidando que no vayan a engordar, ingerir alimentos que puedan aumentar su peso no está en su dieta. La gente tiene un concepto de que lo hermoso que es ser delgado, y le tienen pavor a los kilos de más.
Es bueno que las personas cuiden su figura y mantengan un peso estable, el ideal, acorde a su cuerpo,y a su estatura. Es importante estar informado para no cometer errores inconscientes, es decir, sin el previo conocimiento de las consecuencias y me refiero a, si la persona sabe que la comida chatarra engorda y no quiere engordar, pues no la debe consumir, ademas el exceso de la comida chatarra trae muchísimos problemas en el organismo.
Si lo que se busca es evitar a toda costa aumentar de peso, la persona siempre optará por consumir comidas sanas, ricas en vitaminas, minerales y nutrientes que en vez de destruir nuestro organismo, y ayude a que el mismo se mantenga óptimo y de un buen rendimiento, lo cual se verá reflejado físicamente en nosotros.
Hemos estado hablando todo el rato de los beneficios de las grasas monoinsaturadas, qué son y qué impacto tienen en nuestro organismo cuando las consumimos en cantidades adecuadas. Pero ahora las personas se preguntan ¿Pueden engordar las grasas saludables?.
Es una pregunta interesante porque justo acabamos de leer algunos de los beneficios más importantes que tienen las grasas monoinsaturadas y que aportan a nuestro organismo. En ese sentido cualquiera podría decir que, puede vivir consumiendo éste tipo de grasas sin ningun tipo de riesgo.
En realidad, sí, tiene muchos beneficios para nuestra salud, nuestro organismo agradece el consumo de dichas grasas, sin embargo, el exceso de la misma puede ser perjudicial para nosotros. Las grasas monoinsaturadas consumidas en exceso sí pueden engordar y a la vez alterar niveles en nuestro organismo.
Recordemos que éstas grasas están cargadas de calorías, y las calorías son la energía que necesitamos para que nuestro metabolismo lleve a cabo sus funciones vitales con toda la normalidad del mundo. Las calorías que no son usadas prontamente, se almacenan en el cuerpo en forma de grasa lo cual, si no se queman rápido y se acumulan, podrían provocar un aumento de peso significativo.
Entonces, como las grasas monoinsaturadas son calorías en forma de grasas sanas que podemos encontrar en los alimentos, y que nos aportan beneficios al organismo, el consumo excesivo de la misma puede provocar que la persona experimente un aumento de peso.
No es lo que se quiere, por ende, es importante que al menos un 25 o 30% de las calorías consumidas a diario provengan de grasas saludables, no la totalidad de calorías, sólo ese rango de porcentajes, precisamente para evitar que la persona engorde, y recordemos que, con el aumento de peso si no se cuida, puede traer algunos problemas de salud.
Hay gente que aun tiene la idea de que las grasas no engordan, pero la evidencia médica dice todo lo contrario, es decir, cuando consumimos calorías y no la quemamos ésta se almacena en forma de grasa en nuestro cuerpo, y si no se usa, se acumulará hasta hacernos engordar. (Ver también: Función de los Carbohidratos)
Si bien las grasas saludables no tienen un efecto desbordante en el tema del aumento de peso, consumirla en exceso puede hacer rebasar nuestro límites y hacernos engordar. Lo correcto es que la persona consume éste tipo de grasas de forma moderada y con la supervisión de un nutricionista profesional.
Relación entre las grasas monoinsaturadas y el colesterol
Hay una estrecha relación entre el colesterol y las grasas, comenzando con que hay colesterol bueno y colesterol malo, y recientemente hemos hablado sobre la existe una grasas buenas y unas grasas malas, que no todas las grasas son buenas para el organismo. Entonces, vemos que tienen cierta similitud.
Podríamos decir que el colesterol es una sustancia cerosa que es similar a la grasa y existe en todas las células de nuestro cuerpo. Nuestro hígado es capaz de producir colesterol, además podemos obtenerlo de los alimentos como la carne y los productos lácteos.
Nuestro cuerpo necesita de la presencia del colesterol para tener un funcionamiento óptimo, sin embargo, la presencia excesiva del mismo pone en riesgo la salud de la persona porque, se acumula en los vasos sanguíneos, en las paredes y va obstaculizando el paso de la sangre.
No todo el colesterol de nuestro cuerpo es dañino y aumenta el riesgo de sufrir ataques al corazón, hay dos tipos de colesterol: Lipoproteínas de Alta Densidad (HDL) también conocido como colesterol bueno, y el otro tipo de colesterol es el Lipoproteínas de Baja Densidad (LDL) conocido también como colesterol malo.
El HDL o colesterol bueno, es bueno porque transporta el colesterol de otras partes del cuerpo hasta el hígado en donde es eliminado del cuerpo, mientras que el LDL es considerado como el colesterol malo, porque éste es el que se acumula en las arterias y las bloquea, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón y otras enfermedades.
Por otro lado tenemos que las grasas como ya sabemos, son dañinas como creíamos, hay dos tipos de grasas, las insaturadas y las grasas saturadas. Las últimas son las dañinas potencialmente para nuestro cuerpo, el consumo de ellas debe evitarse a toda costa.
El consumo de las grasas saturadas acarrea consigo complicaciones de la salud, por ejemplo, el consumo cotidiano de éste tipo de grasa aumenta el peso de la persona, y si la persona lo que no quiere es aumentar de peso, entonces debe dejar de consumir grasas saturadas, al igual que acarrea un descontrol del colesterol, produciendo que los niveles se alteren, y de la misma manera ocasionando problemas graves a la persona.
Las grasas saturadas siempre están endurecidas en nuestro cuerpo, por lo que eso trae consigo algunas complicaciones de la salud. Éstas grasas engordan y aumentan los niveles de LDL (colesterol malo) en la sangre, lo cual trae consigo aún más complicaciones de salud, porque el LDL bloquea las arterias, aumentando el riesgo de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.
Las grasas insaturadas aportan grandes beneficios al organismo, lo cual ayuda a una regeneración y mantenimiento en el mismo, el consumo de dichas grasas sí está permitido, pero de manera moderada, porque igual si se consume en exceso puede ser peligroso. (Ver también: Frutas para Subir de Peso)
El consumo de las grasas monoinsaturadas con respecto al colesterol, ayuda a que los niveles de LDL (colesterol malo) en la sangre bajen, y con ello se disminuye el riesgo de padecer arteriosclerosis, que es el bloqueo de las arterias, por ende, disminuye el riesgo de sufrir ataques al corazón, y otras complicaciones relacionadas con el LDL.
Aunque tienen relación entre ellos, las funciones que cumplen son diferentes, más bien, los efectos que pueden causar en el organismo son distintos, mientras que el LDL puede causar daños irreparables y quitarle la vida a la persona, las grasas saludables pueden combatir ese LDL para evitar complicaciones en la salud.
El consumo de dichas grasas es altamente recomendado por los especialistas de la salud precisamente porque aportan un escudo más a nuestro sistema de defensa, además de ayudar en muchas otras tareas para hacer que nuestro organismo siga cumpliendo con sus funciones vitales sin ningún tipo de percance.
Diferencia entre las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas
Las grasas monoinsaturadas y las poliinsaturadas pertenecen al grupo de las grasas insaturadas, esto quiere decir que, son grasas buenas o saludables para el cuerpo, y el organismo, se recomienda altamente su consumo, parte de las calorías que ingerimos deben venir éste tipo de grasas.
Aunque pertenezcan al mismo grupo de grasas, hay algunas diferencias entre las mismas, dichas diferencias se reflejan más en sentido microscópico, es casi imperceptibles a nuestros ojos, pero están allí. Vamos a ver a continuación algunas de las diferencias entre estos dos tipos de grasas.
Las grasas monoinsaturadas están compuesta por una cadena de carbono que tiene dentro de sí misma un par de moléculas de carbono que están unidas por medio de un doble enlace. Mientras que las grasas poliinsaturadas se encuentran compuestas por dos o más enlaces dobles entre los átomos de carbono de la cadena principal de carbono de la grasa en cuestión.
Otra de las diferencias es que algunas de las grasas poliinsaturadas son ácidos grasos que el cuerpo no tiene la capacidad de producir, por ejemplo el omega 6 y el omega 3, por ende, dichos deben ser ingeridos por medio de los alimentos que lo contengan, los cuales fueron mencionados anteriormente.
Una de las diferencias más notorias es que las grasas monoinsaturadas las podemos encontrar en alimentos como las nueces, el aguacate y las semillas. Mientras que las grasas poliinsaturadas las podemos encontrar en alimentos como el pescado, algunas semillas y frutos secos.
Por otra parte, tambien tenemos una diferencia bastante importante es que, como sabemos las grasas monoinsaturadas se mantienen en un estado líquido mientras cuente con una temperatura ambiente, si la temperatura baja, entonces la grasa monoinsaturada va a endurecer, es decir se solidifica.
Por otro lado, a diferencia de las grasas monoinsaturadas, las grasas poliinsaturadas tiene la particularidad de permanecer en su estado líquido tanto en temperatura ambiente como en bajas temperaturas, y ésto es debido a su composición química mencionada anteriormente.
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Las grasas monoinsaturadas son ricas en vitamina E más allá de las calorías que aportan al cuerpo, ésto ayuda a desarrollar y mantener las células de nuestro cuerpo, mientras que las poliinsaturadas son ricas en Omega 3 y Omega 6, ácidos grasos que nuestro cuerpo no puede fabricar de forma natural. Uniendo esas dos diferencias hacen que nuestro cerebro funcione correctamente.
Es importante mencionar que, las grasas monoinsaturadas son bastante resistentes al calor, pero por otro lado, no lo son tanto al frío, por eso, cuando que cuando baja la temperatura, ellas se solidifican, mientras que, por su parte, las grasas poliinsaturadas son mas resistentes tanto a temperaturas frías, como para temperaturas de calor, cuando esta es alta, parte de su contenido nutritivo suele ser destruido por el calor. (ver también: Batidos para aumentar la masa muscular y glúteos).